Chile ha sido el laboratorio capitalista, utilizado por Usa, para ver el comportamiento de sus teorías y descubrir formas que le permitan subsistir como sistema de abusos y extender sus fronteras de influencia.
Desde 1962 los servicios de inteligencia de USA actúan en Chile, según lo demuestra el Informe Church del Congreso de Estados Unidos. El documento existe, es conocido y ninguna autoridad ni dirigencia política se refiere al tema o pide investigar los efectos de la intervención de USA en nuestro país.
Vivimos y sobrevivimos la Dictadura. Existe una memoria individual y colectiva de la brutalidad de los “excesos” cometidos.Esperamos 20, 30,40 años, para reconocer crímenes y violación de todo tipo de derechos, siguiendo un cronograma que da seguridad a la impunidad, diciendo verdades luego de saber que han muerto los autores o prescrito los delitos.
Las movilizaciones sociales de los 80,convocadas por el Pueblo, sin partidos, lograron que las demandas por recuperar la democracia y la plenitud de derechos, avanzará hasta lograr que militares, representantes de USA y de los grupos de poder con intereses en Chile, se replegarán para lograr un regreso “sin derrota de los militares a sus cuarteles” y las condiciones para que gobiernos civiles asumieran la administración del sistema impuesto por la fuerza de las armas y la intervención norteamericana.
Crearon dos alianzas, para teatralizar y hacer creíble la democracia, a una la llaman de derecha y a la otra de izquierda, pero ambas sólo administran el modelo de abusos que privatiza empresas, permite la explotación de sus recursos naturales por transnacionales, transforma la educación y la salud en un negocio, descubre que es posible explotar “educadamente” a los trabajadores usando sus fondos provisionales para hacer más ricos a la banca y las grandes empresas.
Chile tiene un modelo capitalista, es una maqueta del modo de vida de Norteamérica, las dos alianzas lo administran, una actuando como derecha democrática, la otra; haciendo el rol de una contraparte que utiliza la memoria de Allende y los dolores de la Dictadura como vestimenta de su personaje.
Han sido sus propias contradicciones las que han puesto interrogantes a su gestión y los movimientos político-sociales que desde el 2009, hicieron de la inquietud, una demanda.
Los medios de comunicación y sus operadores, han sido el arma blanca del capitalismo chileno, 40 años de desinformación, manipulación y distracción de la realidad, han permitido que aún se mantenga un modelo de abusos, traición y resignación social.
El Movimiento Social ve ahora la entrada triunfante de sus principales dirigentes, no al  Parlamento, ingresan al sistema y su lógica.
Después de 40 años, la Dictadura nos muestra su peor efecto, la legitimización de la corrupción; y el pueblo se comporta como palomas, despliegan sus alas para acudir  al banquete de migajas que les ofrece el modelo para mantenerlos en calma. 
Asamblea Constituyente; hacernos responsables de nuestros recursos naturales y crear un modelo de desarrollo solidario y amigable con la estabilidad, la igualdad y la sustentabilidad del medio ambiente y el alma nacional, como no son migajas, no convocan a las palomas.
Los medios de comunicación hacen su trabajo de mantener en escena una realidad virtual.
Nos queda apenas un recurso, la ESPERANZA.
 


PD: no habrá más columnas de este tipo….hasta que despierte y regrese mi pueblo… el de estudiantes, trabajadores manuales e intelectuales del campo y la ciudad…